Gracias a la alianza con la organización World Central Kitchen, fundada por el chef José Andrés, el pasado viernes nuestro viejo remolcador Open Arms desembarcó 24 toneladas de alimentos en la región de Odesa, en Ucrania, una zona especialmente afectada por el conflicto por la proximidad de los combates.

No ha sido una operación fácil. Hemos navegado durante días por el Mediterráneo, el Egeo, el mar Negro, el mar de Mármara y el río Danubio y superado muchísimas adversidades técnicas, administrativas y logísticas. Pero finalmente hemos logrado que los alimentos llegarán a las personas más vulnerables atrapadas en una de las zonas más necesitadas del país.

En paralelo hemos evacuado más de 1.500 personas refugiadas en 7 vuelos diferentes, con destino Barcelona, Madrid, Roma y Buenos Aires, gracias al establecimiento de un corredor humanitario aéreo desde Varsovia (Polonia), en colaboración con la organización Solidaire. La última evacuación tuvo lugar hace apenas una semana con 238 personas refugiadas a bordo, la mayoría personas de avanzada edad y mujeres con niños y niñas, a quienes, gracias a diferentes entidades de la sociedad civil, se les ha dado una acogida digna. Y en las próximas semanas se prevén nuevos vuelos.

Además, desde que empezó la invasión en Ucrania, 29 camiones con más de 350 toneladas de ayuda humanitaria, con enseres de primera necesidad destinados a la población civil como primera respuesta en la emergencia, han llegado al país para ayudar a aliviar la situación.

Y seguimos con el proyecto Doctors for Ukraine (doctorsforukraine.org), en alianza con DKV Seguros, con el que ofrecemos asistencia médica digital gratuita a la población afectada por el conflicto en Ucrania.

No nos olvidamos del Mediterráneo

Aunque todo el foco y la atención mediática estén concentrados en el este de Europa, nosotros no olvidamos las víctimas de las otras zonas de conflicto y de tragedias como la que vive el Mediterráneo central. Una guerra invisible y a menudo silenciada.

Con muy pocos recursos pero mucha determinación hemos rescatado hasta ahora a más de 62.000 personas, pero el mar se sigue tragando vidas inocentes.

Por eso, y para seguir con nuestro compromiso de no dejar ninguna vida a la deriva, volvemos al Mediterráneo central. Este domingo nuestro velero Astral zarpará en misión de observación, vigilancia y denuncia a la mayor fosa común del planeta.

Contamos contigo para proteger sus vidas.

Hoy más que nunca, necesitamos tu apoyo para seguir protegiendo las vidas de quienes huyen de la guerra, la persecución y la pobreza. Sin ti, no será posible.