Capitán profesional, que nos llevará donde se necesite ayuda.
Nuestro viaje y el suyo
Durante el final de 2015 y los tres primeros meses de 2016, Lesbos y otras islas griegas fueron la principal vía de entrada de los más de 900.000 refugiados que llegaron a Europa entonces.
Tras el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía en marzo de 2016 las personas refugiadas que llegan a las islas del Egeo serán deportadas a Turquía y, en consecuencia, las vías de entrada a Europa desde allí se cierran.
De esta manera se intensificaron rutas ya existentes más largas y arriesgadas en el Mediterráneo Central. Este trayecto es mucho más largo - unos 300 km hasta la isla de Lampedusa y más de 500 km hasta Sicilia -, por lo que el número de muertes en esta zona crítica es cada vez más alto.
Casi 30.000 personas han perdido la vida ahogadas al intentar cruzar el Mediterráneo central desde 2014 hasta hoy.
Desde 2015 hasta 2021
19.098 Muertes/Desapariciones en el mar.
Una vez en el Mar Egeo, los refugiados salían de la costa turca y veían las islas griegas en el horizonte, localizando su destino con una falsa sensación de seguridad.
Ahora, las rutas son mucho más largas y peligrosas. El recorrido actual empieza en la costa libia, un Estado fallido inmerso en una guerra civil donde se vulneran sistematicamente los DDHH y donde milicias, bajo el nombre de Guardacostas libios, consuman las devoluciones en caliente. Las mafias hacinan a las personas que intentan huir en embarcaciones muy precarias que pueden llegar a transportar entre 150 y 700 personas, con combustible que nunca será suficiente para llegar a un puerto seguro.
Una vez en aguas internacionales, la suerte es su única opción. Solo pueden esperar a que alguien les localice, rescate y les lleve a un puerto seguro en Europa. Nada les garantiza que eso suceda, a pesar de que cientos de buques navegan en la zona a diario. La desesperación es tan grande que se lo juegan todo a esa carta.
El Mediterráneo es la mayor fosa común del planeta
Queremos ayudar a proteger las vidas vulnerables con nuestra presencia y evitar más muertes.
Con tu ayuda combatiremos la vulneración de derechos humanos en el mar
El número de personas que se juegan la vida en el Mediterráneo huyendo del infierno no cesa, por eso tenemos que estar allí.
Nos cedieron un velero, Astral, que convertimos en un barco de salvamento y vigilancia. Y ahora con el Open Arms, nuestro buque insignia, nuestro equipo de profesionales y voluntarios trabaja a diario para velar por la vida de las personas abandonadas en el mar y evitar los naufragios en las aguas internacionales del Mediterráneo.
Protegemos las vidas de las personas en peligro que necesiten nuestra ayuda en el mar.
Desde 2014, 28.013 personas han muerto ahogadas en el Mediterráneo intentando llegar a un lugar seguro donde continuar sus vidas, sin que Europa haga nada para protegerles, más bien al contrario. No queremos que vuelva a pasar. No lo permitiremos.
Seremos los ojos y la voz que denuncian lo que está pasando. Lo que nadie te cuenta.
¿En qué invertiremos tu ayuda?
Necesitamos tu ayuda para que nuestros barcos de salvamento y vigilancia y su equipo permanezcan en el Mediterráneo.
Equipo médico a bordo, que dará asistencia a las personas que rescatemos.
Equipo de socorristas voluntarios, que serán nuestros ojos y brazos en el mar (dietas y desplazamientos).
Transformación y equipamiento del barco para realizar todas las tareas de salvamento necesarias.
Dispositivos y equipamiento de salvamento, para realizar las tareas de rescate con rapidez y seguridad.
Mantenimiento del barco, para estar donde nos necesiten.
Capitán profesional, que nos llevará donde se necesite ayuda.
Equipo médico a bordo, que dará asistencia a las personas que rescatemos.
Equipo de socorristas voluntarios, que serán nuestros ojos y brazos en el mar (dietas y desplazamientos).
Transformación y equipamiento del barco para realizar todas las tareas de salvamento necesarias.
Dispositivos y equipamiento de salvamento, para realizar las tareas de rescate con rapidez y seguridad.
Mantenimiento del barco, para estar donde nos necesiten.